Z! LIVE ROCK - THE LAST CHANCE -
- Roberto Lago (Texto) / José Ángel Corrales (Foto)
- 1 jul 2018
- 4 Min. de lectura
Comenzamos nuestro viaje el día de antes del festival, a fin de acampar por la mañana. Tras unas coincidencias del destino terminamos en el bar de una de las organizadoras (¡Mil gracias Cris por toda tu ayuda!).

Primer día del festival:

Tras acampar y comer nos dirigimos al auditorio a las afueras de Zamora. El personal de organización, siempre educados y dispuestos, ayudaron a todo aquel que andaba algo perdido; y no fuimos pocos, ya que el camping estaba a 30 minutos andando, sin sombra, del auditorio.

Comenzamos con los Madrileños Third Dimension, un grupo jovencito de power metal,
pero con mucha caña que tuvieron el valor de tocar a las 15:00 de la tarde, bajo un sol de justicia. Les precedieron Débler, con la colaboración de Diego a las flautas, nos dieron el primer aperitivo folkie del festival.

Los siguientes fueron Diabulus in Música, un grupo de metal melódico con una puesta en escena que ya daba a entender que el festival solo podía ir a más. Mención especial a los técnicos, con el peor punto del festival cortando el sonido en plenos solos. A pesar de todo, se resarcieron tomando la decisión de realizar prueba de sonido grupo a grupo antes de su concierto, lo que nos permitió disfrutar del resto del festival con una calidad infinitamente superior a lo que llevaban hecho.

Continuamos con Dünedain que nos dieron el primer golpe de solos característicos de su powe metal. Y más tarde suben al escenario A.N.I.M.A.L.; Grupo que me fascinaron desde la entrevista y su posterior concierto, en el que no decepcionaron en lo más mínimo. Unas letras que reivindicaban los derechos y denunciaban injusticias, si lo mezclas todo con el magnífico showman que tienen por cantante, sale algo muy divertido de presenciar.

Que decir sobre el siguiente grupo en coger el relevo: Orphaned Land, no los conocía, pero me sorprendieron muy gratamente con su música basada en libros o textos de escritores de la historia de la literatura como Alan Poe.
Empieza lo fuerte, Stravaganza. Si tenemos que hablar de la mejor puesta en escena del festival sin ninguna duda todos sabemos el nivel de perfeccionismo de Leo y no dejó ningún lugar a la duda. Trajes de época, bailes lúgubres y un coro que, junto al resto de invitados dieron un espectáculo asombroso.

El mismo nombre del siguiente grupo describe la calidad del concierto, Épica. Cabeza de cartel de este primer día de festival, y como se podía esperar de la banda Holandesa, (que hacia pocos días cumplía quince años de su primer album “ The phantom agony”) la potencia de voz fue claramente lo más estremecedor al escucharlos en directo. Tocaron canciones como “Beyond the Matrix”, “Sensorium”, “Cry for the moon” o “Consing to oblivion” en la que cabe destacar la participación del publico en un brutal wall of death.
Y por último José Andrëa y Uróboros, que contra todo pronóstico, nos hizo saltar y cantar con sus canciones más clásicas, pertenecientes a su paso por Mägo de Oz, y combinándolas con las más actuales. Dejando buenas sensaciones para irnos a dormir con ganas de que la noche no acabara nunca.

Segundo día del festival:

Comenzamos fuerte con Soldier, un grupo bastante animado y que sabía mover al público, pero volvieron los problemas técnicos en forma de chirridos al principio. Los cuales se aumentaron con el siguiente grupo, Lèpoca. Todos los instrumentos sonaron perfectos pero la voz parecía embutida entre ellos y la gaita apenas se la escuchaba, a pesar de todo tuvieron el coraje de subir vestidos de frailes a las 16.00 de la tarde.

Ópera Magna… Potentísima voz, unas cuerdas que no se quedan atrás, y su toque de clasicismo folclórico, dieron un espectáculo mágico que envolvía a todos, a pesar de algún problema con los graves saturados.

Killus fueron con diferencia los que tuvieron la mejor caracterización del festival con pintura de calaveras rojas y blancas y vestimenta digna de Mad Max, nos dieron una ración doble de Industrial Metal. Y si con ellos no tuvimos bastante, les siguieron Dagoba con su groove metal característico, que no hizo decaer la dureza musical del momento.

Rhapsody of Fire… Me cuesta describirlos sin palabras banales, pero es que fueron… La Principal Ovación Y Admiración de todo el festival, se la merecieron al tocar la canción más representativa de cada disco y sonando tan limpios y profesionales que todo el auditorio coreó letra a letra cada canción.
Empieza la fiesta y todos lo sabíamos, llega Saurom y sus ritmos vertiginosos junto a la claridad vocal de Miguel; Nos dieron la alegría de la noche formando el mítico círculo juglar en el que el público danzaba en su interior.

Llega a escena uno de los cabeza de cartel mas esperado de la noche, Sonata Ártica, que nos deleitaron con sus mejores clásicos y baladas. Un setlist que dejo mucho que desear, en cuanto a que, no tocaron sus temas más contundentes y esperados por el público e incluso, por desgracia, en la canción “Where the wolves die young” se quedaron sin sonido.

Y cerrando el festival, nos resarcimos de un mal sabor de boca, con un concierto clásico entre los clásicos, que no podía faltar, OBÚS, unos elitistas que tienen los escenarios tan rodados que ni necesitan esforzarse para darnos lo que siempre nos han dado, el Metal.
Una verdadera pena que su setlist tuviera que ser acortado por retrasos acumulados a lo largo de la tarde.

Un gran final para un no menos increíble festival, que esperamos no sea el ultimo (como bien se podía leer en los carteles) y podamos seguir disfrutando de eventos tales como este en los próximos años, en Zamora y comarca.
Un saludo a todos desde MetalB20.
Albyon.
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